Los delfínes son uno de los animales más inteligentes del planeta, como demuestran muchos estudios. Además de ello, son muy sociales uniéndose en grupos de unos 10 ejemplares.
Anatomía
Su anatomía es perfecta para la vida acuática. Este mamífero comenzó siendo un animal terrestre para evolucionar a la especie que ahora conocemos. De esta vida anterior aún quedan reminiscencias como pueden ser las aletas pectorales que son la evolución de las extremidades anteriores de los demás mamíferos terrestres, pudiéndose observar los homóplatos. De las extremidades traseras sólo quedan dos huesecillos sin unión a otros huesos y sin función.
La aleta caudal no es la fusión de las extremidades traseras, sino que es una adaptación al medio acuático. A diferencia de los peces, los delfínes mueven la aleta caudal de arriba a abajo. La utilizan como motor para moverse o golpeando a sus atacantes, ya que tiene una gran fuerza debido a su gran masa muscular pudiendo soportar su propio peso.
La aleta dorsal es únicamente de cartílago y con los años se van formando muescas que son únicas en cada individuo y que sirve para distinguirlos. La función de la aleta dorsal es de timón para poder cambiar de dirección y para no desequilibrarse.
La forma de los delfínes es fusiforme, siendo idóneo para abrirse paso a través del agua, junto con la aleta dorsal. Los delfínes mulares nadan a una velocidad de 5-11 km/h, teniendo una velocidad punta de hasta 35 km/h.
El delfín mular es un mamífero con respiración pulmonar, por lo que no tienen branquéas y necesitan salir a la supercifie para tomar aire. Su respiración es voluntaria, por lo que es necesario realizarla de forma consciente, aguantando bajo el agua unos 15 minutos. El aire lo toman a través del espiráculo, que se encuentra en la parte superior de la cabeza. Por ello, para dormir se sitúan en la superfie dejando el espiráculo fuera del agua y sólo desconectan la mitad del cerebro para descansar y estar alertas de los peligros del mar y para respirar. Cuando la mitad del cerebro ha descansado, desconectan la otra. Esto quiere decir que nunca están dormidos profundamente.
Toda la piel, y en especial el espiráculo, posee terminaciones nerviosas que en este caso le sirve para detectar cuando está rodeado de agua y cerrar el orificio del espiráculo.
Al contrario que la mayoría de los mamíferos, los delfínes no poseen pelo, sino que toda la piel es lisa. Esta piel se regenera cada dos horas. Para protegerles del frío los delfínes poseen una capa gruesa de grasa que también le sirve como reserva en los momentos que hay poca cantidad de alimento. Por toda la piel se encuentran terminaciones nerviosas que utilizan para relacionarse por medio del roce y, como anteriormente se ha dicho, alrededor del espiráculo las utilizan para cerrarlo y abrirlo para respirar.
El oído es un orificio muy pequeño que se encuentra cerca del ojo para poder soportar las altas presiones que soporta bajo el agua. La boca es alargada y en ella se encuentra uno de los sentidos más importates de los delfínes: el gusto. Poseen papilas gustativas, y a través de ellas detectan todo tipo de sensaciones, como pueden ser las feromonas de las hembras en época de reproducción, excreciones de otros individuos que le sirve para saber si son de su manada, sangre de posibles presas, etc. Otro sentido muy desarrollado es la vista, teniéndo la misma capacidad de visión dentro y fuera del agua gracias a la capa gelatinosa que rodeo a los ojos. No poseen sentido del olfato, sólo utilizan el espiráculo para respirar.
Los delfínes tienen en la parte anterior de la cabeza, el melón. Este órgano es el que utilizan para situar los objetos que no pueden ver por la oscuridad de los mares o por la distancia. Los sonidos que emiten por la laringe, chocan con el objeto y producen el eco que al rebotar, las vibraciones son recogidas a través de la boca y son conducidas hasta el melón. En el melón se transmite al cerebro para formar la imágen del objeto donde han rebotado los sonidos. Por ello, siempre que los delfínes van nadando, giran la cabeza a todos los lados para hacerse una imágen lo más certera posible de la realidad.
Es un animal mamífero odontoceto ya que poseen unos 200 dientes de forma cónica (homodonto) debido a que son carnívoros. No utilizan los dientes para masticar, ya que se tragan la presa entera. Los dientes son utilizados para desgarrar, atacar o defenderse. Los delfínes tienen una sola dentición, es decir, no tienen dientes de leche.
Alimentación
Se alimentan de diversas especies de peces, moluscos y cefalópodos, dependiendo de la zona donde vivan, ya que se pueden encontrar en mares de agua caliente o templada. En cautividad se tiene muy controlada la alimentación. Se alimentan a los delfínes con peces blancos que son menos grasos y con Omega3 en verano y de peces azules que son más grasos (arenques) en invierno. Como en cautividad los pescados que sirven de alimento derraman sangre o se despiezan perdiendo minerales y vitaminas, no tienen todas las propiedades nutritivas que necesitan los delfínes. Por ello, se les da un complejo vitamínico para suplir esas carencias. Los delfínes necesitan consumir aproximadamente el 10% de su peso en alimento.
Reproducción y sexualidad
Los delfínes mulares son maduros físicamente a los 13 años, mientras que las hembras maduran sexualmente a los 10 y los machos a los 10-15 años. Tras una lucha entre machos o un cortejo ante la hembra, se produce la cópula. La gestación dura unos 12 meses. En el nacimiento las hembras del grupo ayudan a subir a la cría nada más nacer para que tome aire. La cría nace de cola, para que nada más sacar la cabeza puedan nadar. Al ser mamíferos se alimentan de la leche materna. No poseen labios por lo que no pueden mamar. Las crías golpean la zona mamaria que es interna, encontrándose debajo de unas hendiduras, para estimularla y que expulsen la leche. Los delfínes se alimentan en el agua, por lo que existe el problema de que beban el agua salada que les provocaría deshidratación. Para ello, las crías hasta que dejan de amamantar, tienen unos pelillos en la lengua que les ayudan a separar la leche materna del agua salada por gravedad. El tiempo de amamantamiento es de unos 12 meses, aunque a partir del quinto mes comienzan a comer todo tipo de alimento.
Las crías no tienen muy desarrollados los sentidos, por lo que tienen que estar en contacto permanente con su madre. Para ello, desarrollan unos filamentos cerca de la boca que les sirven para mantener siempre el contacto con la madre. La madre para desplazar a las crías utilizan la inercia para empujarlas con ellas.
Varamiento de cetáceos
Hay algunos casos de varamiento de delfínes. Esto puede ser debido a que los delfínes se desplazan a través de campos magnéticos. Si se despistan y cambian de campo magnético pueden cruzarse con la costa y es cuando se quedan varadas.
Delfínes en cautividad
A los delfínes en cautividad empiezan a entrenarles a partir de los 20 meses de edad. El entrenamiento consta de que relacionen un tipo de ejercicio que forman parte de sus movimientos comunes con un silbato que conlleva un premio.
Esta especie de delfín se encuentra en muchos zoológicos. Uno de ellos es el Zoo-Aquarium de Madrid que además de tener exhibiciones con el grupo de delfínes que tienen, ofrecen una interacción con ellos donde te explican todas las particularidades de los delfínes que no puedes encontrar en los paneles explicativos del zoo, visitas las instalaciones, entre ellas la cocina y el almacén, y por último se realiza una visita al delfinario donde se conocen de cerca al grupo de delfínes del Zoo-Aquarium de Madrid.
Amenazas
Los mayores peligros de los delfínes son la sobrepesca, las artes de pesca no selectivas quedándose enredados en las redes, la caza por parte del mercado asiático para su dieta, la contaminación de las aguas y de los peces de los que se alimentan y su amenaza natural son los tiburones. Hay una enfermedad provocada por un virus que afecta a los delfínes del Mediterráneo y a otros cetáceos.